Aunque el concepto de infracción fiscal se asocia a menudo a fraude y a corrupción, las infracciones fiscales en realidad pueden afectar a todo tipo de contribuyentes, incluidos los pequeños autónomos y como resultado de situaciones muy diferentes: cálculos erróneos de las liquidaciones trimestrales, interpretaciones equivocadas de una norma fiscal y un largo etcétera.
Es por eso que cada vez cobra más sentido la aplicación del concepto compliance en las empresas. Vamos a hacemos un rápido repaso a cuándo prescriben las infracciones tributarias, cuándo suponen delito fiscal y cuáles son las cantidades de referencia.
Concepto de infracción fiscal vs infracción tributaria y diferencia entre infracciones y delitos fiscales
Lo primero de todo es aclarar que no es lo mismo una infracción fiscal que un delito fiscal. La infracción fiscal es aquella cuyo importe defraudado es inferior a 120.000€, y en ese caso se considera falta administrativa. El término propiamente dicho de infracción fiscal, aunque muy extendido, no está recogido en la legislación. Por tanto, la expresión correcta sería infracción tributaria, que a su vez puede ser leve (la base de la sanción es inferior o igual a 3.000€), grave (superio a esa cantidad) o muy grave (si además se han empleado medios fraudulentos).
Si la cantidad es superior a los 120.000€, pasan a ser delitos fiscales y las penas son, lógicamente más elevadas: de 1 a 4 años de prisión y multas por importes que pueden superar ampliamente el 100% de la cantidad defraudada. También está recogida la figura del delito fiscal agravado, si la cantidad 600.000 euros. En todos estos casos, ¿cuándo prescriben los fraudes a Hacienda? ¡Veámoslo!
¿Cuándo prescriben las infracciones tributarias y los delitos fiscales?
Hasta hace poco, infracciones y delitos fiscales tenían un periodo de prescripción de cuatro años. Pasado ese plazo, la Administración ya no tenía derecho a exigir el pago de una deuda. Sin embargo, los cada vez más frecuentes casos de corrupción han llevado a endurecer estos plazos. O mejor dicho, a alargarlos, para dar mayor margen a la Agencia Tributaria a desarrollar sus investigaciones y tramitar sus sanciones. La respuesta a cuándo prescriben las deudas con Hacienda ha cambiado.
Ahora, tras la última modificación de la Ley General Tributaria llevada a cabo en 2015, el plazo se amplía: la respuesta a cuándo prescriben las multas de Hacienda es la siguiente. Respecto a cuándo prescribe una infracción tributaria, se mantiene en 4 años, según el artículo 66 de la mencionada Ley, y es importante destacar que va por vía administrativa. Respecto a los delitos fiscales, que van por vía penal, el plazo se eleva a los 5 años, y hasta los 10 años si se trata de delito fiscal agravado. Así se encuentra recogido en el artículo 305 y bis y 133 del Código Penal. Es importante aclarar que este plazo se interrumpe una vez que la Administración Tributaria inicia una acción de inspección acerca de dicha deuda.
Infracciones y delitos fiscales: así se computan los plazos
Un dato importante es el momento en el que ese plazo empieza a computar. Según la legislación vigente, esos comienzan cuando finaliza el periodo de presentación de la correspondiente declaración, ya sea de IVA, Impuesto de Sociedades, IRPF u otra obligación fiscal.
En cualquier caso, se trata de un tema complejo y extenso, por lo que los interesados en conocer en profundidad cuándo prescriben las infracciones fiscales, cuáles son sus cantidades y otras circunstancias relacionadas con infracciones y sanciones tributarias, pueden echar un vistazo a la normativa de referencia: Ley 58/2003 General Tributaria, y su modificación parcial mediante la Ley 34/2015.
Como ves, las multas de Hacienda prescriben. Si sigues teniendo dudas o crees haber incurrido en alguna posible infracción y necesitas una asesoría fiscal Madrid es el lugar donde nos encontramos: revisaremos todas tus cuentas y documentos. ¡Cuenta con nosotros!
