Qué es un preconcurso de acreedores y por qué es clave

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La actual coyuntura económica ha puesto en aprietos a muchas empresas a la hora de poder hacer frente al pago de sus deudas o cumplir con otras obligaciones financieras. Esto es, posibilidad de incurrir en insolvencia. Sin embargo, antes de echar el cierre por esta causa existe un abanico de opciones a estudiar. Entre estas alternativas se encuentra lo que es un preconcurso de acreedores, que como os podéis imaginar es una fase anterior a la del concurso de acreedores. ¡Veamos sus características y cómo se lleva a cabo!

¿Qué es un preconcurso de acreedores?

El término preconcurso de acreedores no existe como tal en la Ley. No obstante, se considera que una empresa se halla en esa situación cuando ha solicitado y se le ha concedido una prórroga o periodo para que intente reconducir su situación económica y financiera para tratar de esquivar el concurso de acreedores. De acuerdo a la actual Ley Concursal: “El deudor deberá solicitar la declaración de concurso dentro de los dos meses siguientes a la fecha en que hubiera conocido o debido conocer el estado de insolvencia actual”. Dada la dificultad de poder precisar por parte del solicitante de conocer el estado de insolvencia, se contempla un último periodo de tiempo para que la empresa pueda hablar con sus acreedores, tratar refinanciar su deuda o realizar cualquier otra acción legal que le permita evitar la intervención judicial.

¿Cómo saber si una empresa está en preconcurso de acreedores?

Respecto a cómo presentar un preconcurso es necesario que la empresa haga un comunicado al Juzgado de lo Mercantil pertinente. La declaración de la situación de insolvencia tiene que estar debidamente redactada y presentada por el abogado y el procurador para que esta forma de declarar preconcurso sea aceptada. Una vez aceptada se iniciará el periodo de prórroga del preconcurso de acreedores. Cuando una sociedad mercantil se declara en concurso de acreedores existen varios registros en donde aparece esa empresa, como es el Registro Público Concursal o en el propio Boletín Oficial del Estado (BOE) los autos de declaración concursal. Sucede que la aparición de la empresa en estos registros de acceso público puede no darse antes de que la empresa se encuentre ya en concurso de acreedores declarado. Además, en el caso del preconcurso el deudor puede solicitar la privacidad de este, es decir, que salvo sus acreedores nadie más tiene por qué saber que la empresa está en preconcurso.

Lo que sí es cierto es que tanto una empresa en preconcurso de acreedores como la que ha sido intervenida judicialmente por insolvencia manifiestan incapacidad de cumplir con sus obligaciones financieras. De esta forma, una empresa sobre la que nos lleguen noticias habituales de impagos a proveedores, empleados, acreedores, etcétera ya nos debe poner en alerta de que se encuentre en esta situación de facto, aunque aún no figure en un registro oficial.

Efectos del preconcurso de acreedores: ventajas y desventajas

En cuanto a los principales efectos del preconcurso de acreedores, estos se notan en los créditos, los procedimientos de ejecución y en los efectos sobre las solicitudes de concursos. Respecto a los primeros, se prohíbe el vencimiento anticipado de los créditos a plazo al anunciarse la apretura de negociaciones con los acreedores. Respecto a los procedimientos de ejecución se suspende la posibilidad de iniciarlos contra el patrimonio del deudor hasta que no transcurran los tres meses de plazo que suele durar la prórroga del preconcurso. Finalmente, sobre las solicitudes de concurso de acreedores, el que se de la situación de preconcurso impide que se admitan a trámites otras solicitudes de concurso de acreedores posteriores al inicio de la prórroga. No sucede lo mismo con las que se presentaran con anterioridad al preconcurso, las cuales si que continuarán su tramitación.

Como resultado de estos efectos, en el pre concurso de acreedores se pueden señalar las siguientes ventajas:

  • Plazo extra que se consigue para llegar a un acuerdo en el que se posibilite la supervivencia de la empresa pudiendo esta continuar su actividad sin estar fiscalizada o intervenida por un administrador concursal.
  • Incluso aunque no fuera posible salvar el negocio de la quiebra, el preconcurso es un proceso mucho menos farragoso en términos burocráticos y legales que el concurso, con lo que ciertos procedimientos necesarios para que se produzca el concurso de acreedores en el preconcurso se pueden agilizar.

Inconvenientes de la situación preconcursal

  • Cuando los acreedores tienen constancia de la solicitud del preconcurso, estos deciden iniciar las reclamaciones de sus deudas lo cual mete en una mayor asfixia financiera y patrimonial a la empresa.
  • Se impone una limitación temporal a las aperturas de negociaciones con los acreedores. Si ya se presentó una, no se puede presentar otra hasta que haya pasado un año.

Diferencia entre preconcurso y concurso de acreedores

Tras haber descrito el preconcurso de acreedores a modo de corolario resulta sencillo identificar sus diferencias con el concurso de acreedores. Entre ellas, la principal es que durante el preconcurso la empresa puede seguir desempeñando su actividad ya que no cae bajo el control del administrador concursal. Otra diferencia entre preconcurso y concurso de acreedores es que en situación de preconcurso la consecución de muchos procedimientos se hace de una manera mucho más ágil que en el concurso de acreedores (este consta de cuatro fases, con lo que puede hacer que ciertos procedimientos duren años). Finalmente, tal y como se indicó anteriormente el preconcurso de acreedores no tiene por qué figurar en ningún registro público si así lo solicita el deudor quedando solo limitado a sus acreedores la prórroga solicitada.

Si deseas para tu empresa una situación preconcursal y no sabes por dónde empezar, ¡contáctanos!

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