La cultura del intraemprendimiento para aumentar el valor de nuestra empresa

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El denominado intraemprendimiento, es decir, emprender dentro de una empresa, es una de las tendencias en alza. Permite cumplir un doble objetivo: por un lado, motivar de nuevo al trabajador, lo que es fundamental para aumentar su rendimiento y, por otro, generar un caldo de cultivo de ideas que refuercen el valor de la compañía.

Trabajador y empresa

Este cambio de concepción no es sencillo, aunque va en favor de ambos: empresa y trabajador. Para el primero debe constituir una motivación, un reto para poder tener un papel más activo dentro de la organización, aportando su experiencia e ideas, si bien hay que dejar claro que tal proceso no ha de ser entendido tanto como un bonus puntual, una recompensa económica, sino como una oportunidad para aquél de participar en el desarrollo de su propia iniciativa y el reconocimiento social que ello comporta.

Lo esencial es que el empleado pueda sentirse recompensado por la mayor visibilidad que tenga su actividad y el rol que adquiere dentro de la empresa, más allá de un bonus económico puntual al que no se debe restar importancia, si bien juega siempre un papel complementario.

Por su parte, la empresa logra así involucrar e identificar más al trabajador con sus misión y valores, logrando, además, que tenga un papel más activo y, por lógica, sea más productivo y enriquecedor para el conjunto de la organización.

Intraemprendimiento… embrionario

Pero el intraemprendimiento aún está en estado embrionario. Por norma general, cuando se le propone al empleado emprender dentro de la propia empresa éste suele identificar este proceso con un esfuerzo extra al que se le obliga y por el que desconoce con exactitud cuál será su recompensa, si es que se ha pensado en la misma. por el que no querrá pasar “y que, además, no le va a llevar a ningún sitio”.

Incluso para las empresas, depender exclusivamente de los trabajadores en materia de innovación no es tarea sencilla, habida cuenta de que las motivaciones e intereses no siempre coinciden. Además, la motivación exclusivamente económica para el trabajador no resulta suficiente o lo bastante productiva a medio/largo plazo.

Los expertos coinciden en que, para que una idea funcione, lo más importante es que su autor colabore en su desarrollo abandonando la monotonía y participando en la construcción de un proyecto creativo e innovador. También están de acuerdo en que las grandes empresas deben implementar con el tiempo este proceso de emprendimiento corporativo.

En cuanto al debate sobre si externalizar este tipo de servicios, la combinación entre las ideas que proceden del seno de la propia empresa y aquellas aportadas desde el exterior, bajo otra óptica menos viciada y con diferente perspectiva, puede ser lo ideal, es decir, una especie de modelo mixto basado en modelos de innovación abiertos con un equilibrio entre actores internos y externos.

Por otro lado estos procesos actuales de innovación, como es el intraemprendimiento, se están empezando a entender como una oportunidad para propiciar cambios y reducir los riesgos que suelen conllevar los mismos.

Intraemprendedores y Emprendedores

Los intraemprendedores tienen bastante en común con los emprendedores. Ambos poseen iniciativa, son innovadores, creativos y están orientados a la resolución de problemas. Además de ello, los intraemprendedores también pueden reunir otra serie de cualidades positivas y no menos importantes como su carácter proactivo y ágil, su actitud de compromiso con la organización y la capacidad para asumir riesgos e identificar oportunidades. Si buscas asesorías laborales para que te aconsejen sobre formas de promoción y emprendimiento en tu empresa o cualquier otro aspecto, ¡contáctanos!

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