Transmisión onerosa o lucrativa: diferencias que debes conocer

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Tanto si vas a transferir un bien a otra persona como si lo vas a recibir, te interesa conocer las diferencias que vamos a tratar en las siguientes líneas. ¿Transmisión onerosa o lucrativa? Hablamos de dos formas de cambiar la titularidad de un bien en las que es importante conocer las obligaciones tributarias vinculadas en cada caso. Te explicamos en qué consisten y cuáles son sus principales características.

¿Qué es una transmisión onerosa? Definición y criterios básicos

En primer lugar, vamos a adentrarnos en ambos conceptos para aclarar lo que es una transmisión onerosa, cuáles son sus tipos y qué la caracteriza. Haremos lo mismo con una transmisión lucrativa. Y, más adelante nos centraremos en las diferencias.

La transmisión onerosa es el traspaso de una serie de bienes que se produce en contraprestación a otros bienes o derechos. Es decir, se produce un intercambio entre las dos partes que participan en la transmisión. Además, cabe destacar que en la transmisión onerosa debemos hacer frente a impuestos y valoraciones que están vinculadas con el consumo, las plusvalías de valor y los tributos. En consecuencia, si queremos poner en valor una transmisión onerosa, existen dos criterios fundamentales:

  • Valor de transmisión: es el verdadero importe de la transmisión, que nunca puede estar por debajo del valor de mercado. Está formado por el importe real más los gastos y tributos inherentes a la misma, según el tipo de transmisión onerosa. Un ejemplo son los impuestos patrimoniales. Para calcularlo: Valor de adquisición = Importe real de adquisición + Tributos
  • Valor de adquisición: es el resultado de sumar una serie de importes que intervienen en el cálculo y de restar las posibles amortizaciones acumuladas a lo largo de la vida útil del bien que se transmite. Se calcula de la siguiente manera: Valor de adquisición = Importe real de adquisición + Mejoras + Gastos de gestión + Tributos – Amortizaciones

Tipos de transmisión onerosa

A continuación, explicamos los tipos de transmisión onerosa que existen:

  • Transmisión dineraria onerosa: en este tipo de transmisión onerosa, el dinero es el bien que se transmite cuando tiene lugar la transacción. Un ejemplo de este tipo de transmisión es la concesión de un préstamo, en la que podemos recibir una determinada cantidad a cambio de unos intereses establecidos.
  • Transmisión patrimonial onerosa: en este caso, los bienes que forman parte del patrimonio de una persona son los que se transfieren a la otra parte. Cabe destacar la posible variación patrimonial onerosa que puede sufrir este tipo de transmisiones, ya que puede ser positiva o negativa. Es decir, los bienes patrimoniales pueden revalorizarse o depreciarse con el paso de los años. Existen numerosos ejemplos de transmisión patrimonial onerosa, el más claro es la compraventa de un piso, en la que, habitualmente, se transfiere un bien inmueble a cambio de una determinada cantidad de dinero.

¿Qué es una transmisión lucrativa?

Las transmisiones lucrativas son aquellas que se producen sin contraprestación procedente de la parte que recibe el bien. Es decir, la persona que transfiere el bien, lo hace sin recibir nada a cambio. Las donaciones y sucesiones (herencias) son los ejemplos más representativos de las transmisiones lucrativas.

Las trasmisiones lucrativas son frecuentes entre padres e hijos, como es el ejemplo de transmisión de una herencia en vida. Sin embargo, también tienen lugar fuera del ámbito familiar como es el caso de las donaciones altruistas a ONGs o diferentes asociaciones.

En cualquier caso, al igual que ocurre en el caso de las transmisiones onerosas, las lucrativas también pueden tener un carácter dinerario o patrimonial.

¿Transmisión onerosa o lucrativa? Principales diferencias

Tal como se desprende de las definiciones, la diferencia más importante entre una transmisión onerosa y una lucrativa es que en la primera existe una contraprestación a cambio de recibir un bien determinado, mientras que en el caso de la lucrativa, el bien cambia de titularidad y la persona que realiza la entrega no recibe nada a cambio. Además, otra de las grandes diferencias, son los impuestos vinculados a cada tipo de transmisión. Veamos cuáles son inherentes en cada caso:

 Impuestos vinculados a una transmisión onerosa

  • Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados
  • Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF)
  • Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos e Naturaleza Urbana, si el bien transferido es un inmueble.

 Impuestos vinculados a una transmisión lucrativa

  • Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones
  • Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados.
  • Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, si el bien transferido es un inmueble.

Ahora que conoces las diferencias entre una transmisión onerosa y una lucrativa es importante que tengas en cuenta sobre todo los impuestos asociados en cada caso, ya que se trata de aspectos fundamentales a la hora de prepararnos económicamente para afrontar la transacción. ¿Tienes cualquier duda al respecto? ¡Consúltanos!

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