Ser autónomo en España

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Ser autónomo en España no es tarea fácil, pero no deja de ser una ilusión para algunos, que han iniciado un nuevo proyecto empresarial por cuenta propia, y una oportunidad de trabajo para muchos, que por vocación u obligación se han dado de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos para crear su propia empresa o montar un negocio por convicción o arrastrados por las circunstancias.

El caso es que ser trabajador autónomo en España conlleva una serie de requisitos y obligaciones, no siempre son fáciles de cumplir. Su descontento es un tema recurrente en cualquier foro de discusión sobre sus condiciones laborales. Pero ¿hay razones suficientes para tanta insatisfacción? Antes de comparar la situación nacional con la de otros países, conviene conocer algunos datos sobre la situación del autónomo español.

Cómo ser autónomo en España y en Europa

Según un informe de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), estos han generado en el último año más de 70.000 empleos netos, lo que supone un ritmo de crecimiento del 5,5%, dos puntos por encima del que tiene el empleo por cuenta ajena en España, lo que demuestra una vez más, y en contra de lo que se puede creer, que este colectivo sustenta buena parte del crecimiento económico en España, tanto por su aportación directa a la bolsa de cotización a la Seguridad Social y de Hacienda (a través del impuesto IAE para pymes) como por medio de la creación de empleo.

Sin embargo, esta creciente y considerable importancia no tiene un reflejo similar en cuanto a bonificaciones y tratamiento fiscal para autónomos por parte de la administración. Sin ánimo de simplificar, sirva como ejemplo una histórica reivindicación de los autónomos: su cuota mensual. En España, se paga mensualmente el 29% de la base de cotización elegida, que por lo general suele ser la mínima. Haya o no ingresos, el importe suele rondar los 270 euros, si bien es cierto que la nueva Ley de Autónomos contempla aumentar a un año la tarifa plana de 50 euros al mes.

Por el contrario, en países como Reino Unido o Francia la cuota se fija en relación a los ingresos que se perciban y en otros, como Estados Unidos, Italia o Portugal, los autónomos no deben abonar nada mensualmente. En el caso de Alemania, que siempre constituye una referencia en términos económicos, el autónomo sólo paga entre 150 y 240 euros de seguro médico obligatorio, siempre y cuando no supere los 1.700 euros de ingresos.

Derechos y coberturas del autónomo

El ejercicio de desarrollar una actividad profesional como autónomo obliga, como hemos dicho, al pago de una tarifa que, si es completa (cerca de300 euros al mes) incluye coberturas y derechos como el de atención sanitaria gratuita, a bajas por maternidad o enfermedad y a pensión de jubilación. Aunque en este último caso su cuantía es notablemente inferior a la que tiene un trabajador por cuenta ajena. La cantidad recibida en las prestaciones (que ya de por sí no es muy alta) se ve reducida notablemente al tener que seguir pagando la cuota mensual.

Si analizamos otros países vemos en muchos de ellos estas coberturas están sometidas al co-pago y en otros, como en el caso de Holanda, Alemania o Estados Unidos, el autónomo debe pagar su propio seguro médico. No sucede lo mismo en el Reino Unido donde si tiene derecho a cobrar una pensión o la prestación por fallecimiento.

La tributación del autónomo

Cada tres meses, los autónomos españoles deben pagar a Hacienda el IVA por los ingresos que reciben al ejercer su actividad. En la actualidad es un 21%.En otros países, siguiendo con la comparativa, no se paga el IVA pero sí se tributa en función de lo que se gana. En el caso de Estados Unidos es un 15%, en el de Italia un 20% y en el de Portugal el mínimo está en el 24,5% de los beneficios anuales. En Alemania sí existe el IVA pero hay diferencias con respecto a España. Si el autónomo es menor de treinta años o no llega a un mínimo de facturación, no está obligado a incluirlo en sus facturas.

El perfil del autónomo español

En total existen 3,191.291 autónomos en España, de los cuales el el 61,8% son autónomos persona física. El 38,2% restante está dado de alta con algún tipo de sociedad. Y ¿Cómo es el perfil del autónomo en España? Es hombre, mayor de 40 años, con una actividad consolidada, de más de 3 años de antigüedad y englobado en el sector comercial, según los datos de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos ATA.

Por sectores, el 23,8% de los autónomos persona física se encuadra en el comercio, seguidos por los autónomos de la agricultura (11,9%) y construcción (10,6%). Estos sectores, unidos al 9,2% de autónomos en hostelería, engloban al 55,5% de los autónomos, es decir, a más de uno de cada dos.

Datos para el optimismo

Los autónomos empiezan a ver la salida de la crisis y cada vez son más los que consiguen asentar sus negocios. El 66,2% cuentan con una actividad superior a los tres años de cada antigüedad. El 55,2% tiene más de cinco años como autónomo. Sólo el 15% de los autónomos lleva menos de un año de actividad. Los que se dieron de alta hace 4 o 5 años ha incrementado su número en un 12,4%, lo que supone que los autónomos que nacieron del cambio de cultura que fomenta el emprendimiento y tienen como principal acicate la tarifa plana, son capaces de crecer y de consolidarse en el tiempo.

También crece la proporción de mujeres autónomas, que ya representan el 34,8% del total. Por edad, el colectivo más numeroso es el de los autónomos que tienen entre 40 y 54 años al representar el 457% del total. Sólo el 1,9% tiene menos de 25 años y el 25,6% más de 55. Otro dato importante es la implicación de los extranjeros residentes en nuestro país. Y es que los autónomos de origen extranjero han aumentado a un ritmo del 5,8% en 2016, constituyendo ya el 9% del total del colectivo.

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