Si bien es cierto que la situación de los trabajadores por cuenta propia ha mejorado mucho en los últimos tiempos, todavía son muchos los problemas de los autónomos, especialmente por la falta de recursos económicos y las dificultades tanto de financiación como a la hora de hacer una buena gestión, partiendo de un correcto plan de negocio con unos objetivos reales y factibles. Desde nuestra gestoría laboral en Madrid te contamos los principales escollos de los trabajadores por cuenta ajena.
Te contamos los principales problemas de los autónomos
Los autónomos se enfrentan cada día a una infinidad de problemas, en este artículo te contamos los más comunes para que sepas como gestionarlos.
Falta de financiación y morosidad
La cada vez mayor dificultad para conseguir financiación bancaria debido a las exigencias de avales y al limitado patrimonio personal de muchos autónomos es un obstáculo en muchas ocasiones difíciles de superar para este colectivo. A ello se une un cierto desconocimiento sobre cómo negociar con los bancos, todo lo cual contribuye a que las condiciones obtenidas sean peores, es decir, que la financiación bancaria les sale más cara. Por otro lado, el acceso a la financiación privada también es mayor que cuando hablamos de empresas medianas o de gran tamaño.
Este problema de acceso al crédito se ve agravado por los el nivel de morosidad de muchos autónomos ante los elevados plazos de pago de los clientes, especialmente cuando la que adeuda facturas o pagos es la propia administración. La dificultado por obtener liquidez y financiación a corto plazo es una de las dolencias que más afectan a la salud de las empresas pequeñas o familiares compuestas casi en su totalidad por autónomos.
Pagos fijos: IVA, cuota de autónomos…
El Régimen Especial de Trabajadores Autónomos conlleva una serie de requisitos y pautas a cubrir, que también se han de considerar:
-La obligación de pagar el IVA a Hacienda -aunque todavía no se haya cobrado del cliente- supone un esfuerzo adicional, como también el pago de la cuota fija de autónomos, que es un coste fijo pero ineludible, y que termina siendo la gota que colma el vaso para muchos autónomos que empiezan o atraviesan una caída en el volumen de ventas de su negocio por una mala gestión o, simplemente, por una razón coyuntural al haber quedado estancado todo el mercado.
-Con la llegada de la crisis y la consiguiente caída del consumo, se han resentido considerablemente los ingresos de muchos autónomos, como los del comercio o el transporte.
Problemas de gestión y falta de recursos es otros de los problemas de los autónomos cada día
En cuanto a los problemas de gestión, aparecen varios condicionantes que también suelen pasar factura a los autónomos:
-Uno de ellos es la dificultad para reciclarse debido a la falta de tiempo, de recursos o a la imposibilidad de combinar la capacidad de organizarse en el trabajo con la de formarse fuera o incluso dentro de él. Además, los programas de formación continua bonificada para autónomos son escasos.
-El bajo nivel de implantación de las nuevas tecnologías, debido en especial a la falta de conocimientos y de recursos financieros, tampoco ayuda a mejorar la capacidad y la calidad en los niveles de organización y gestión; de la misma forma que la falta de recursos humanos que puedan abrir nuevas perspectivas laborales o simplemente sacar el trabajo acumulado. La falta de liquidez, de crédito y la incertidumbre económica son un problema para lograr una estabilidad, ofrecer puestos de trabajo estables, consolidar un equipo y conservar el talento profesional.
-A menudo nos falta tiempo para formarnos, un equipo humano que nos permita crecer y un buena base de operaciones de acorde a la imagen que queremos dar de nuestra empresa. Al hilo de ello, los altos precios del mercado inmobiliario, especialmente en el centro de las ciudades, en las grandes vías comerciales y en los centros comerciales, dificultan el acceso de los autónomos a ubicaciones verdaderamente competitivas, si bien con el teletrabajo y la utilización de internet este obstáculo va suavizándose con el paso del tiempo.
Todos estos aspectos reducen la competitividad de los autónomos, cuyos beneficios son comparativamente menores que muchos de sus competidores de mayor tamaño. La sortean gracias a su mayor flexibilidad y a sus menores márgenes.
